Rousseau fue al igual que Van Gogh y Monet, un artista marginado en su época. Tanto así que durante la exposición en la que se presentaba "Tarde de domingo en la Isla de la Grande Jatte", de Georges Seurat y "Una noche de carnaval" de Rousseau, el segundo fue objeto de risas y burlas por su estilo aparentemente burdo e infantil, gracias a la intervención de Tolouse-Lautrec pudo Rousseau evitar ser excluido.
Sobre "El Sueño", el mismo Rousseau explica: "La mujer que dormita en el diván sueña con ser transportada a la jungla al escuchar el sonido del instrumento que toca el encantador de serpientes". No puedo dejar de pensar en que Bart cuando se dirige a Francia también sueña con vivir en una hermosa mansión (tal como le indicaba el folleto de intercambio).
La mujer, según se dice, tiene los rasgos de una amante polaca que el pintor tuvo en su juventud.
Es curioso que uno de los motivos recurrentes en las obras del Aduanero, sea el follaje selvático, cuando es conocido que Rousseau nunca visito la jungla, y que mientras pintabas los paisajes se mareaba y tenia que abrir las ventanas para que pasara su vértigo.
Ademas de confundir las especies de plantas, pintando bananas en arboles de su invención. Llegó incluso a utilizar 50 tipos de verdes para representar sus junglas.
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